Después de la Revolución de 1910 el gobierno mexicano impulsó un sistema de enseñanza agrícola que pretendía apoyar el desarrollo de la producción agropecuaria y mejorar las condiciones de vida de los campesinos. En la década de los treinta se enlazó más fuertemente la escuela con el desarrollo económico rural. La enseñanza agrícola, basada en el cooperativismo, no fue muy exitosa pero proporcionó apoyo a la economía familiar basada en la producción de autoconsumo dentro del sistema capitalista, mientras que el cooperativismo enseñado en la escuela sirvió más como base de asociación política que como estrategia económica.
Civera, A. (2010). El cooperativismo en la escuela rural del México de los años treinta. Anuario de Estudios Americanos, 67 (2), pp. 467-491.