Por España se entiende un Estado en un mundo de Estados, con su gobierno y sus instituciones. En tanto que Estado, ejerce su influencia en los ámbitos más diversos. Proporciona la identificación imprescindible para vivir y desplazarse dentro y fuera de sus fronteras. Concentra el poder de aprobar leyes, mantener el orden, castigar a los infractores o recaudar impuestos. Ofrece servicios básicos, y en otro plano bien distinto pero no por ello de menor repercusión social, da cobertura a las selecciones de los deportes más diversos que compiten en mundiales y juegos olímpicos y provocan las mayores emociones colectivas. Pese a algunas “pérdidas” recientes (el servicio militar obligatorio, la moneda, poco a poco aspectos importantes de la economía...), España es una realidad de constante presencia en la vida de quienes se identifican o son identificados, les guste o no, como españoles. No sólo, por supuesto, en el plano político; también en el terreno económico, en el cultural, como sociedad en definitiva.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Ruiz, P. (2003). ¿Qué historia de España enseñar?. Clío & Asociados, (7), pp. 27-43.