El bicentenario argentino es una buena oportunidad para analizar las propuestas de educación política producidas en tiempos de la emancipación y en el primer centenario. La pedagogía ilustrada propiciaba una educación crítica, aunque tuvo pocos efectos prácticos, pues sus propósitos quedaron truncos por las guerras. La pedagogía del centenario enfatizó el compromiso cívico como lealtad a la patria mediante dispositivos institucionales de homogeneización y moldeamiento de las emociones para afirmar la identidad nacional. En el presente, es conveniente revisar la vigencia de ambos postulados, redefinir su legitimidad y alcances, al mismo tiempo que incluir el desarrollo de la creatividad como virtud política.
Siede, I. (2010). Educar al soberano del siglo XXI. Archivos de Ciencias de la Educación, 4 (4), pp. 89-114.