Conforme pasaba el tiempo fuimos entendiendo el pausado ritmo de Giovanni. Se cansaba por cualquier actividad física. Al principio pensábamos que era por la pésima alimentación que le habían dado sus padres. Una idea siempre rondaba por mi cabeza. La leche de Fátima era mala y no nutría al ser que había salido de sus entrañas. En todo el tiempo que había estado con ellos nunca vi que le compraran una solo lata de leche en formula. La pigmentación de su piel cambiando con los años. Sus uñas tenían una ligera coloración lila y sus labios parecían estar algo amoratados. Su cansancio tampoco era una cosa normal, era como si todo le pesara. Cualquier actividad como correr o saltar le demandaba un enorme esfuerzo físico.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Cavero, J. (2012). Soplo inocente. Lima: Ediciones Vicio Perpetuo Vicio Perfecto
Páginas: 101