Las discusiones e investigaciones sobre el terrorismo raramente se centran en la implicación del género en la cuestión. La idea de que las mujeres sólo desempeñan, en todo caso, labores de apoyo, corresponde a unos estereotipos de género que asocian a las mujeres con la ternura, la compasión, la sensibilidad, el cariño, el cuidado, el afecto y la sumisión. Dichos estereotipos extienden la creencia de que las mujeres son apolíticas, que la división del trabajo entre mujeres y hombres se basa en diferencias físicas y en la distinta capacidad de unas y otros para llevar a cabo ciertos actos y en que el propósito y función primaria de una mujer es ser madre y esposa en vez de tener una identidad. Al aceptar esos estereotipos, las mujeres terroristas se convierten en una anomalía, en algo irracional, en especial las terroristas suicidas islamistas.
Pérez, E. (2012). Terrorismo y estereotipos de género. Isegoría, (46), pp. 233-247