El comensal tardomodemo se encuentra en una posición ambigua para tomar decisiones sobre lo que debe comer o no. Las opciones han aumentado complicando las elecciones, y las agencias generadoras de normas no ofrecen hoy una orientación inequívoca, sino más bien compleja y diversa e incluso contradictoria, sobre cómo comer bien. Elegir es cada vez más difícil y obliga a contar con criterios de consumo alimentario que permitan tomar decisiones sobre lo que es bueno para comer. Ese es el marco general sobre el que se discute hoy en la Sociología de la Alimentación. Para unos las tendencias muestran una ruptura en los comportamientos alimentarios y una pérdida de los referentes normativos sobre lo que es una buena alimentación. Otros piensan que la desestructuración alimentaria no es tan evidente, pues siguen presentes las normas sociales de los grupos de referencia que ayudan a tomar decisiones de consumo alimentario ajustadas a la norma dietética. Además de este debate sobre los efectos de la modernidad en la alimentación, desde las Ciencias Sociales se comienza a reclamar una aproximación bolista al sistema agroalimentario, que permita superar la tradicional ruptura entre el campo de la producción y el campo del consumo.
Díaz, C. (2005). Los debates actuales en la Sociología de la alimentación. Revista Internacional de Sociología, 63 (40), pp. 47-78.