Un ejemplo del constante ejercicio de auto-reescritura y aprovechamiento de materiales propios al que Calderón fue tan aficionado se aprecia en el dueto formado por La devoción de la cruz y El purgatorio de san Patricio. En efecto, estas dos comedias religiosas comparten el giro del pecado al arrepentimiento en las figuras principales, la capital presencia del símbolo de la cruz, el milagro del alma que no abandona el cuerpo y permite la salvación y el diseño del agente cómico. En suma, se trata de un caso que revela algunas de las claves dramáticas del poeta y de su proceso de perfeccionamiento de obra en obra.
Sáez, A. (2013). Calderón frente a sí mismo: «La devoción de la cruz» y «El purgatorio de san Patricio». Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, 1 (2), pp. 169-184.