Desasosiego, indignación, dolor, rebeldía… Todo eso y mucho más es lo que nos gritan los poemas de Silvia. Imposible quedar impasible ante cada verso; difícil olvidar las imágenes que las palabras van tejiendo ante nuestros ojos. Las voces silenciadas de las que tienen que abandonar afectos, olores, rostros, músicas y vidas para llegar a la falsa seguridad del –aún más falso– progreso resuenan a través de la voz fuerte y clara de Silvia. Y habla de soledad, de rabia, pero también de solidaridad y de luchas compartidas, que son las únicas que merecen la pena.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Cuevas-Morales, S. (2008). Rodaré maldiciendo. Poemas y arte callejero. Oviedo: Cambalache.