Dos tipos de explicaciones suelen darse a las crisis de los partidos políticos. La primera los descarta como variable independiente cuya interacción explique la lucha por el poder, la segunda, más bien, se agota en la explicación de la interacción coyuntural sin importarle el fondo histórico y estructural de la misma. En estas páginas se ensaya un enfoque alternativo, tratando de entender la interacción coyuntural entre los actores partidarios pero a partir de la inserción de los mismos en una fractura histórica específica. Del fracaso de esta interacción como eficacia política es que este libro plantea que surgen los independientes. Estos últimos, sin embargo, no son considerados como sujetos providenciales que vienen a cumplir un rol de salvadores, sino como elementos catalizadores de una coalición de actores con intereses específicos, denominados poderes fácticos, que se había venido formando en el proceso de crisis de los partidos políticos. Los independientes y en especial el más exitoso de ellos: Alberto Fujimori, terminan expresando la voluntad de un nuevo régimen político autoritario apoyado por los intereses que no podían predominar en democracia y por la frustración de los ciudadanos ante la actuación partidaria.