Hay diversos modos de valorar la contribución de los fundadores de la filosofía latinoamericana del siglo veinte. La posición atribuida a cada uno de ellos depende de la importancia que se les ponga a los criterios que se emplean para apreciar su obra. Todos ellos hicieron un aporte considerable a la vida cultural y espiritual de su generación. Autodidactos en filosofía, ocuparon importantes cátedras universitarias. También influyeron profundamente en una generación estudiantil que desempeñó un papel significativo en la vida educativa, cultural y pública de su tiempo. Estos fundadores estaban conscientes de las cuestiones básicas en filosofía e intentaron renovar un interés verdadero por la filosofía como materia digna en sí de ser dominada. Ellos recalcaban la necesidad de relacionar su perspicacia filosófica y las apremiantes cuestiones sociales de su cultura. Sin embargo, las consideraciones ya mencionadas no suponen criterio suficiente para evaluar los méritos de sus propios conceptos filosóficos. En esta presentación yo me propongo indicar los motivos para sostener que Alejandro Korn (1860-1936) es tanto o más competente que cualquier otro fundador latinoamericano en cuanto a su comprensión y tratamiento de la filosofía profesional.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Kilgore, W. (1986). La posición de Korn entre los fundadores de la filosofía latinoamericana. Revista de Filosofía y Teoría Política, (26-27), pp. 37-43.