El tráfico de vehículos en la Lima de los virreyes, fue tan intenso que sorprendió a los cronistas del siglo XVII ya los viajeros europeos del XVIII. De hecho que sólo con la Independencia, y con la aparición de los medios masivos de transporte ochocentistas como el ferrocarril, el buque a vapor o el tranvía, la gran cantidad de coches y calesas de miles descendió a cientos. Debe subrayarse asimismo, que el término «calesa» se impone en el siglo XVIII, a pesar de que a fines del siglo XVII, se les cita en las calles capitalinas con carrozas y coches.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Cantuarias, R. (1998). El transporte en Lima del virreinato a la república. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 25, pp. 107-129.