Las primeras noticias sobre una comunidad entera de talla enana se remontan a un período muy lejano de la antigüedad. Ya los antiguos egipcios habían obtenido información fidedigna acerca de un grupo numeroso de indígenas de estatura excepcionalmente baja que se suponía vagaba en los alrededores de las fuentes del Nilo. Algunos faraones lograron obtener individuos de esa entidad étnica y llevarlos a sus palacios donde se les empleaba como bailarines en ceremonias religiosas, para obtener abundantes lluvias.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Gusinde, M. (1956-1957). Los pueblos de talla pigmea. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 3, pp. 185-192.