La obra de William Shakespeare, el bardo de Stratford, en el condado de Warwick, es hoy patrimonio de la humanidad. Un estudio que reconcilia lo universal y lo local, lo literario y lo lingüístico, permite apreciar al autor como el más destacado dramaturgo de su época y, como lo llamó el crítico polaco Jan Kott, ‘Shakespeare nuestro contemporáneo’. A 386 años de la muerte de William Shakespeare, sus obras se estudian no solo desde una perspectiva literaria, como textos canónicos de la cultura occidental, sino también son objeto de estudios lingüísticos que contribuyen a una mejor comprensión de ellas como textos literarios por presentar interesantes problemas acerca de su conservación y reproducción en cuanto textos en su materialidad: sonidos, palabras y estructuras gramaticales fijados por la grafía.
Kase, B. (2002). William Shakespeare: Texto, representación teatral e intencionalidad autoral. Onomázein, nro. 7, pp.511-518.