La población criolla de la ciudad de Cajamarca, capital de la provincia de su mismo nombre, por sugerencia e invitación del marqués de Torre Tagle, Intendente de Trujillo, juró su independencia el 8 de enero de 1821. La nobleza indígena de la localidad –al tomar conocimiento– concurrió para plantear que el gobierno del nuevo Estado correspondía a un descendiente de Atahualpa que vivía en el vecindario. Y aunque se le escuchó y transmitió su pedido a Torre Tagle, nadie dio respuesta a esta argumentación. Lo que evidencia que para la oligarquía y la aristocracia criolla de la Intendencia de Trujillo, los sucesores de los Incas no constituían ninguna alternativa de gobierno.
Espinoza Soriano, W. (2007). Reacción de los indígenas de Cajamarca frente a la Independencia de Trujillo y Lima. 1821-1822. Investigaciones Sociales, 11 (18), pp. 1-42.