En Venezuela coexiste la ciudad "legal" y la ciudad "ilegal", dicotomía que plantea el problema de la legitimidad de los procesos de urbanización. Las interpretaciones convencionales al igual que las políticas territoriales de los años sesenta y setenta, han dado respuestas insatisfactorias a esta dualidad. Sin embargo, ante la evidencia de una realidad única e indisoluble de "ambas ciudades" y las falsas identidades entre ciudad "ilegal" y marginalidad, la única opción realista está en manos de las autoridades urbanas. Estas deben orientar el crecimiento de las grandes ciudades favoreciendo la consolidación de la ciudad "ilegal", mediante su legalización e integración física y el reconocimiento de los derechos ciudadanos de sus pobladores.
Negrón, M. (1991). De pobladores a ciudadanos: Una discusión sobre las relaciones entre democratización y procesos de urbanización a partir de la experiencia venezolana.
América Latina Hoy, 1, pp. 81-90