En 1516 vio la luz la Utopía de Tomás Moro, obra que habría de adquirir una resonancia trascendental en el pensamiento europeo y que a su vez ocuparía un lugar crucial como punto de partida de una larguísima serie de proyecciones europeas sobre la realidad americana. Aunque la obra no alude en concreto a ningún lugar, desde su recepción inicial se contextualizaron sus referentes, identificándose a América con la posibilidad planteada por el autor inglés y anteriormente desarrollada en el imaginario europeo en los mitos de la Edad de Oro y el Paraíso perdido. Así, como nos recuerda Carlos Fuentes, América se convirtió en la utopía de Europa: la misión americana era convertirse en la “otra” versión de una historia europea condenada por corrupta e hipócrita por los humanistas del momento (Invention 4). Desde el principio, sin embargo, esta proyección se presenta marcada bajo el signo de la contradicción, al alternar con la realidad de una conquista violenta que destruía la alteridad que inicialmente la había impulsado.
Parra, M. (1996). En nombre de Bolívar: García Márquez y la proyección de la utopía latinoamericana. Orbis Tertius, nro. 2-3, pp. 1-7.