¿Y qué pasaría si tomáramos a Hegel seriamente? Seriamente, en el más concreto sentido, quiero decir: no sólo seriamente, como un filósofo canonizado hacia quien sentimos que haremos una justicia más que suficiente distorsionándolo al modo hermenéutico. El repertorio de conceptos seleccionado para describir el tema de este coloquio me parece ser eminentemente hegeliano. Trata de literatura contemporánea intentando identificar su lugar en una perspectiva histórica a largo plazo, como perfeccionamiento de un legado del pasado y como síntoma para un futuro todavía oculto. La mayoría de mis estudiantes norteamericanos, por el contrario, sin duda, leerían o interpretarían los textos que aquí discutimos como posiciones y afirmaciones en un universo de política, de identidades. Quizás invocarían a Marx, aunque seguramente sería un Marx vaciado de sus implicaciones hegelianas. No es que yo prefiera incondicionalmente el acercamiento norteamericano — la filosofía de la historia sigue siendo mi marco principal de referencia intelectual (para, bien o para mal). Sin embargo, estoy impresionado por la crasa diferencia entre los planteamientos de las diferentes culturas académicas y por el modo en que cada una de las dos tradiciones toma su propio estilo como “natural”.
Ulrich Gumbrecht, H. (1996). "Humor objetivo". Sobre Hegel, Borges y el lugar histórico de la novela latinoamericana (Traducción de José Amícola). Orbis Tertius, nro. 1, pp. 1-11.