Alguna vez se dijo que el tiempo era lo impensado de la Historia. Tal vez se podría hacer la misma afirmación para la política. Aunque podríamos reconocer varias entradas para pensar esta relación, en principio parto de la intuición de que en las reflexiones en torno a los regímenes de temporalidad desde la teoría de la historia, o en la autorreflexión de la historia como disciplina, la política no siempre es una dimensión presente (o lo está sólo como contexto «extra teórico»), mientras que en el debate político la temporalidad aparece sólo bajo la forma de «los tiempos políticos cortos» (elecciones, cronogramas, etc.).
Rabotnikof, N. (2009). Política y tiempo: Pensar la conmemoración. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, (26), pp. 1-34.