Los estudios agrarios sobre el agro pampeano han destacado una serie de transformaciones ocurridas a partir de 1940: modificaciones en la tenencia del suelo, cambios en la estructura de la propiedad de la tierra, crisis de las pequeñas unidades productivas, procesos de tecnificación, entre otras cuestiones. Sin embargo, han otorgado menos relevancia a dos fenómenos asociados que, a nuestro entender, han alterado sustancialmente el paisaje agrario de la región: el despoblamiento del campo y la radicación urbana de la mayoría de los productores agropecuarios. Si en 1947 vivía en el campo el 46% de los habitantes de la zona norte de la provincia de Buenos Aires, para 1991 sólo un 9% del total residía en las explotaciones. En las zonas oeste y sur de dicha provincia, la población residente en el campo pasó del 51% al 18%, y del 38% al 13%, respectivamente (Este proceso lo hemos analizado más detenidamente en Balsa, 1998). Este fenómeno fue determinado no sólo por la reducción del número de trabajadores asalariados presentes en las unidades agropecuarias -disminución que no ha sido tan significativa-, sino sobre todo por la radicación de la mayoría de los productores agropecuarios en las ciudades cabecera de departamento. Según nuestros cálculos, en las zonas norte, oeste y sur de la Provincia de Buenos Aires, el 58% de los productores no residía en su explotación en 1988.
Balsa, J. (2000). Incidencia de la radicación urbana de los productores sobre las características de las explotaciones agropecuarias de la provincia de Buenos Aires, 1988. Mundo Agrario, 1 (1), pp. 1-10.