En 1801, en su Memoria sobre el estado rural del Río de la Plata, Félix de Azara vaticina la riqueza para este territorio si se fomentara la ganadería. Pensando en los términos más modernos de la economía política de su tiempo, en el mercado mundial y en “que el manantial más abundante de riquezas para cualquier provincia es el cultivo de las producciones más análogas a su terreno y a las inclinaciones” de sus habitantes, Azara despliega en forma persuasiva su modelo de desarrollo económico para los países del Río de la Plata. Aunque el rendimiento del trigo fuera aquí el doble que en España, escribe, el cultivo de un labrador alcanza por año un valor de 139 pesos y 4 reales, mientras que el trabajo de un gaucho de estancia -sumando los precios de mercado del cuero, la carne, el sebo y las astas de cada res- rinde por año 477 pesos y 2 reales, es decir, una productividad casi tres veces y media mayor medida en dinero.
Sempat Assadourian, C. (2011). La economía del Río de la Plata durante el siglo XIX. Anuario del Instituto de Historia Argentina, nro. 11, pp. 11-24.