Destaca este artículo la consideración que el propio Ortega hizo de su evolución filosófica entre los años 1914 y 1924 como un esfuerzo por salir de la cárcel del criticismo. Sin duda, este juicio autobiográfico determina la posición de Meditaciones del Quijote como un fiel reflejo de su aproximación a la filosofía crítica, frente a las interpretaciones vigentes que hacen de la primera obra de Ortega una temprana recepción crítica de la fenomenología. Sin embargo, este ensayo apoya la idea de que la brecha por la que Ortega abandonó la filosofía de Kant ya estaba trazada en su obra de 1914 y tenía que ver con las relaciones -muy tempranamente definidas- entre vida y cultura.
Villacañas, J. (2004). Kant desde dentro. Isegoría, (30), pp. 67-90