Hace dos años me fue concedido el honor de decir algunas palabras al iniciarse el I Simposio Hispano-Mexicano de Filosofía en la Universidad de Salamanca, restringido en aquella ocasión a cuestiones de lógica, filosofía de la ciencia y del lenguaje. El año pasado asistí como invitado a II Encuentro Hispano-Mexicano de Filosofía moral y política, que tuvo lugar en Santander patrocinado por la Universidad Menéndez y Pelayo. Ahora se me ha pedido pronunciar estas palabras en la clausura del II Encuentro Hispano-Mexicano. Debo decir que la satisfacción que he sentido por tales reiteradas muestras de amistad y benevolencia por parte de los diversos responsables de la organización de estos actos no logra ocultarme la dificultad de hallar una explicación –por encima de esos motivos que tanto agradezco- para semejantes coincidencias.
Salmerón, F. (1998). Cultura y lenguaje. Isegoría, (19), pp. 31-42