Durante los ciclos agrícolas PV-1994 y 1995 se condujo una investigación de maíz de temporal en los Valles Centrales de Oaxaca para evaluar el efecto de diferentes prácticas agronómicas sobre algunas características del suelo y el rendimiento de grano y de rastrojo, y en 1996 se validó el mejor tratamiento experimental. Las prácticas agronómicas para aminorar el efecto por sequía fueron: aplicación de estiércol de bovino, variedad tolerante a sequía, remojado de semilla, siembra a chorrillo, cubierta vegetal, labranza reducida y desespigue, que se agruparon en tres tratamientos. Los dos primeros (T-1 y T-2) incluyeron todas estas prácticas cambiando sólo la variedad, y el tercero (T-3) contempló la aplicación de estiércol, remojado de semilla, siembra a chorrillo y desespigue; el testigo fue la siembra tradicional del productor. Cada repetición del experimento se estableció bajo un diseño de bloques al azar en localidades con tipo de suelo diferentes: fluvisol (Reyes Mantecón, Centro), feozem (Santo Domingo Barrio Bajo, Etla), regosol (San Juan Guelavía, Tlacolula) y cambisol (Colonia Emiliano Zapata, Zaachila). La intensidad de la sequía fue 23.9% menos cantidad de lluvia de la que normalmente ocurre. Al comparar la humedad aprovechable (HA) del suelo contra los requerimientos mínimos del cultivo, en general se tuvo un déficit de un 14.3%, que afectó severamente a las etapas reproductivas y llenado de grano en 1994; en siembra y emergencia en 1995. Los resultados mostraron que las prácticas agronómicas tienden a mejorar las posibilidades de cosecha mediante: una mayor velocidad de emergencia de plántulas, mayor altura, menos plantas infértiles y valores mayores para longitud, diámetro y peso de mazorca, así como para peso de grano y HA del suelo. Sólo las variables plantas acamadas, densidad aparente y velocidad de infiltración, resultaron afectadas negativamente. A pesar de disponer de menos lluvia, el efecto conjunto de las prácticas agronómicas se tradujo en incrementos diferenciales sobre el testigo, estadísticamente significativos, de 570 y 1,093 kg/ha de grano y rastrojo, respectivamente. En términos de eficiencia económica, el T-3 es el más factible de ser adoptado por el productor.
Prácticas agronómicas para aminorar efectos por sequía en maiz de temporal en los valles centrales de Oaxaca. Revista
Mexicana de Ciencias Agrícolas, 23 (2), pp. 97-113.