En el contexto de la privatización de lo religioso aún en curso, muchas biografías religiosas contemporáneas parecen estar motivadas por la búsqueda individualista de una religiosidad alternativa a los repertorios de creencias, rituales e instituciones religiosas tradicionales. Siguiendo el uso creciente de este término por parte de numerosos actores sociales, al menos desde la década de los sesenta del siglo XX, una parte de la Sociología de la Religión se ha referido a esta religiosidad alternativa como “espiritualidad” (Wood 2009) (Heelas 2008) (McGuire 2008) (Flanagan 2007) (Giordan 2007). Los nuevos modelos de espiritualidad dan cuenta del decaimiento de aquellas formas de religiosidad en las que primaba la comunidad de fe, la participación en la ritualidad colectiva, la membresía como referente identitario. Mientras se abre paso a una atomización, un subjetivismo y relativismo tales, que la reconstitución de una religiosidad colectiva parece imposible, como han sostenido Steve Bruce (1996) o daniele Hervieu-Leger (2003). Para explorar las posibilidades de este marco teórico se propone aquí el análisis de los discursos y prácticas de conversos budistas que previamente han desarrollado un extenso itinerario espiritual por diversas variedades de la llamada Nueva Era, referente por antonomasia de la fragmentación religiosa y de la revolución subjetiva de lo religioso.
Cornejo, M. (2012). Religión y espiritualidad, ¿dos modelos enfrentados?. Trayectorias poscatólicas entre budistas Soka Gakkai. Revista Internacional de Sociología, 70 (2), pp. 327-346