Sucede que ser padre en el Perú constituye una aventura que nos fue programada a casi todos, un poco a mansalva, sin ninguna preparación. Se deviene en progenitor, en nuestro país, casi a ciegas. ¿Quién se encargó de formar a la nueva pareja? ¿Preocupó a los padres, el Estado y las instituciones públicas y privadas, la ignorancia de los jóvenes? La respuesta es negativa. Nadie enseña, en el Perú, a ser enamorados, novios, esposos, hijos o padres. Nadie enseña a vivir en el hogar. En todas estas funciones, tan importantes para la vida del ser humano, seguimos siendo dolorosamente ignorantes, como analfabetos. Esa es parte de la tragedia de la gente pobre en el Perú. Es decir, de su abrumadora mayoría. La educación deficitaria y la hipocresía social campean impunemente en todos sus rincones. Y por eso resulta completamente natural que años más tarde de formada la familia aparezcan hijos afirmando, como el título de este libro, una frase tan dramática como: ¡YO NO ENTIENDO A MIS PADRES! La incomprensión de hijos a padres tiene varias expresiones igualmente graves. Julio Orbezo Martínez, el autor de este libro de indudable utilidad práctica, aborda 21 temas, todos ellos importantes y desgraciadamente demasiado frecuentes en los hogares peruanos. Y lo hace en lenguaje sencillo, con ilustraciones didácticas y, sobre todo, con el indudable acierto de ponerse en el lugar del niño para hacerle hablar.