Los resultados de la psicología han mostrado los problemas de muchos supuestos de la teoría económica. En este trabajo se examinarán cuatro perspectivas metodológicas distintas acerca de las hipótesis psicológicas en la teoría económica que se traducen en diversos modos de afrontar las objeciones empíricas. Las interpretaciones dependen de distintas tesis ontológicas y epistemológicas sobre la unidad de la naturaleza. La primera, el monismo ontológico, entiende que la teoría económica reposa en hipótesis psicológicas que como toda genuina teoría deben ser evaluadas empíricamente. La segunda, el dualismo metodológico, entiende que las objeciones empíricas no afectan a lo que no es más que un modelo (intencional) de explicación, desprovisto de contenido empírico. Por su parte, el dualismo ontológico sostiene que las hipótesis psicológicas tienen un naturaleza (quasi) lógica (o incluso normativa) y que, por ello, en ningún caso se ven afectadas por los resultados experimentales. Finalmente, el monismo metodológico rechaza que la teoría económica —o la teoría social, en general— requiera modelos explicativos que invoquen estados mentales y, por tanto, los resultados de la psicología serían irrelevantes para una ciencia social que no apele a razones o intenciones. Cada una de esas interpretaciones aparece asociada a un modo distinto de entender la teoría económica y la naturaleza e importancia de la hipótesis de racionalidad.
Ovejero, F. (2004). Economía y psicología. Entre el método y la teoría. Revista Internacional de Sociología, 62 (38), pp. 9-34.