El Ayuntamiento madrileño, en la primavera y verano de 1820, incumple sistemáticamente el Reglamento de Teatros aprobado por la Regencia en 1812, por lo cual los directores de las dos compañías cómicas, Bernardo Gil y Antonio González, efectuarán infructuosas gestiones a fin de que el Consistorio aplique las leyes constitucionales, lo que provoca una grave crisis teatral agudizada porque los espectadores prefieren acudir a otros recintos de carácter más político. Ante la falta de respuesta de las autoridades locales los directores suspenden las funciones durante unos días en el mes de agosto y publican un Manifiesto en el que justifican su postura. Para la temporada siguiente los regidores municipales elaboran una normativa que contraviene el ordenamiento teatral de la Regencia, de ahí que Bernardo Gil redacte un Proyecto de Reforma, fechado en abril de 1821, en el que además de una propuesta dramática integral defenderá con sólidos argumentos los derechos que tienen los cómicos como ciudadanos que ganan su sustento desempeñando una actividad honrada.
Fernández, R. (2013). Crisis teatral en Madrid durante el Trienio Liberal. Revista de Literatura, 75 (149), pp. 105-120.