El jardín de los frailes, de Manuel Azaña, absorbe los mejores valores literarios de un subgénero, como es el de la novela autobiográfica de colegio, cultivado con profusión por la generación novecentista. Por un lado, hay tratamiento flexible del modelo de novela de formación, con derivación hacia la de artista. Hay además conformación de un cuerpo pedagógico al modo del tratado o de la novela de instrucción. E, incluso, pintura de tipos y anécdotas colegiales. Todo ello bajo la responsabilidad narrativa de un «yo» que indaga, más que en otras novelas de la serie, en las claves culturales del país.
Ezpeleta, F. (2012). El jardín de los frailes de Azaña en la novelística de internados religiosos. Revista de Literatura, 74 (148), pp. 497-516.