El estudio de ciertos modelos negativos del teatro breve del siglo XVIII revela no sólo la continuidad cómica de los tipos, sino también su relación con los ideales de conducta coetáneos: la autoridad del marido, la discreción de la mujer, el cuidado de la economía familiar... Los sainetes se unen a otros géneros literarios (el periodismo, la poesía satírica y el ensayo de carácter moral) en la ridiculización de quienes practican el cortejo y aplauden nuevas formas de sociabilidad, las modas y los bailes extranjeros, etc. frente a la conducta y los gustos tradicionales. Ejemplos tomados de Antonio de Zamora, Agramont, Ramón de la Cruz, Vázquez y González del Castillo sirven para argumentar tales reticencias ante el cambio de mentalidades de una nueva cultura del ocio, así como para observarlo a contrario: su “afeminación”, su frivolidad y su inutilidad.
Sala, J. (2009). Gurruminos, petimetres, abates y currutacos en el teatro breve del siglo XVIII. Revista de Literatura, 71 (142), pp. 429-460.