"="">Saavedra no era el apellido de Cervantes, ni tampoco un
patronímico que llevaran sus antepasados directos. El escritor asumió este
apellido algunos años después de su retomo de Argel, donde estuvo cautivo desde
1575 hasta 1580. Este apelativo adquiere una significación extraordinaria a la
luz de la creación literaria cervantina, porque
Saavedra es
también el nombre otorgado por el autor a los protagonistas de sus dramas
El
trato de Argely
El gallardo español, así como a otro personaje
en
La historia del cautivo, interpolada en
El Quijote de
1605. Este ensayo examina la adopción del apellido
Saavedra por
parte de Miguel de Cervantes desde perspectivas interdisciplinarias, como la
historia literaria, la teoría psicoanalítica y el estudio de las fronteras
entre la autobiografía y la ficción en el autor alcalaíno.
Saavedra representa
un testimonio de la experiencia limítrofe del cautiverio y, simultáneamente,
una respuesta a la misma, que se erige a partir de la creación.
"="">
* Párrafo del texto extraído como resumen."="">
"="">Garces, M. (2003). Los avatares de un nombre: Saavedra y Cervantes.
Revista de Literatura, 66 (131), pp. 351-374.