Los centros históricos, punto de partida y retorno, memoria e invención del futuro, son lugares de símbolos y de raíces, de vida e historia. Los avances técnicos y los afanes de lucro, sustitutos de la religión y la cultura, abren vías para transformar y aun aniquilar a tales centros tradicionales de convivencia y esplendor artístico. La contaminación, el mercantilismo, la incuria, la irresponsabilidad social de las autoridades y propietarios son los enemigos de los centros históricos. La revaloración de los centros históricos necesita la colaboración de la sociedad y la voluntad política de los gobernantes. La muerte de la grandeza mexicana será la de nuestra identidad. Un pueblo sin patrimonio cultural está condenado a perecer.
Chanes Nieto, J. (2001). Orto, ocaso y resurrección de los centros históricos en México. Acta Universitaria, 11 (3), pp. 3-15.