El tequila es una de las bebidas más famosas a nivel nacional y mundial. Se obtiene de la planta Agave tequilana Weber, mejor conocido como Agave azul. La parte de la planta que es utilizada para la elaboración del tequila es la piña. Una vez que las piñas son cortadas, se llevan a un horno en donde se realiza la operación del cocimiento; éste tiene la finalidad de degradar los azúcares complejos presentes en la piña en azúcares simples para que puedan ser utilizados por la levadura en la operación de fermentación. El principal carbohidrato complejo presente en el agave es la inulina, el cual es un polímero de fructosa con un residuo terminal de glucosa. Cuando la inulina se degrada por la acción de la acidez del jugo y del calor en el cocimiento, se obtienen principalmente fructosa y glucosa. En seguida, se muelen las piñas para extraer el jugo que es colocado en tinas y es inoculado con un cultivo de la levadura Saccharomyces cerevisiae, responsable de la fermentación de los azúcares presentes en el jugo. Después el fermentado se destila, para obtener etanol y vinazas (mezcla de levaduras muertas, azúcares no fermentables y minerales). El tequila puede ser envasado inmediatamente después de la destilación o puede añejarse en barricas de madera, las que le confieren las características de sabor y color.
Bautista-Justo, M. et al. (2001). El agave tequilana Weber y la producción de Tequila. Acta Universitaria, 11 (2), pp. 26-34.