A los pocos días de su llegada, el conde de Baños se enfrentó con los habitantes de su Virreinato: le culparon de ser arrogante, despectivo y de llevarse el dinero del rey. Tal concierto de quejas y denuncias en contra de un personaje tan eminente era algo bastante excepcional aunque, sí, no lo era su conducta ¿Cómo explicarlo? Entre la necesaria mano dura que exigiría un contexto difícil y el temperamento peculiar del mismo virrey, aquí se explora una tercera hipótesis, haciendo hincapié en el estatuto peculiar de la familia aristocrática a la que pertenecía y su trayectoria propia.
Ragon, P. (2010). Servir la Couronne: Les faux-pas du comte de Baños, vice-roi de la Nouvelle-Espagne (1660-1664). Anuario de Estudios Americanos, 67 (1), pp. 157-187.