Después de una intensa producción de cacao durante el siglo XVI, la villa de Colima de la Nueva España sufrió la pérdida de este cultivo por causas climáticas y por el apoyo preferente de la Corona a los sembradíos de cacao en Sudamérica. Para el beneficio de sus habitantes, la llegada de “indios chinos” o asiáticos a la villa de Colima propició el desarrollo de una pequeña industria, la del vino de cocos, que a la postre se convertiría en la principal actividad económica de la villa durante todo el siglo XVII. Aunque en un principio se consideró como una “bebida de la tierra” —y por consiguiente, prohibida—, el Cabildo colimense fue una institución clave en la negociación con los virreyes y la Real Audiencia de México para conseguir licencias que permitieran no sólo su fabricación, sino su eventual distribución en el mercado regional novohispano.
Machuca, C. (2009). Cabildo, negociación y vino de cocos: el caso de la villa de Colima en el siglo XVII. Anuario de Estudios Americanos, 66 (1), pp. 173-192.