Después de concluir el proceso de evaluación de los aspirantes a renovar, reingresar o ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), estando los autores de este artículo en los pasillos del SNI, en amena charla sobre los aconteceres del proceso recién terminado y comentando sobre las diferencias con el proceso próximo pasado, destacábamos la evolución de ambos. Con el cambio de reglamento puesto en marcha en el período pasado, con un poco más de experiencia para la aplicación del mismo y un número menor de expedientes (un poco más de 800 el año pasado y cerca de 550 ahora), resultaba muy satisfactoria la forma objetiva y consensada como se había realizado la evaluación de cada uno de los expedientes sometidos. Sin embargo, de esta conversación surgió la incertidumbre y por lo tanto, la inquietud como profesores-investigadores de Universidades Públicas de provincia, de hasta donde se conoce a ciencia cierta, en nuestros respectivos entornos, cómo se lleva a cabo el proceso de evaluación de los investigadores en el seno del SNI, preguntas como ¿Cuáles son los criterios que se utilizan para la evaluación de los investigadores? ¿Saben que en la página Web del CONACYT correspondiente al SNI están descritos los criterios y elementos de evaluación? ¿Cuál es el alcance en nuestras Universidades de pertenecer o no al SNI? ¿Quién es un auténtico investigador con su respectivo reconocimiento? ¿Quién se dice ser investigador, pero por sus productos, es sólo de nombre? nos motivaron a presentar esta reflexión escrita, a través de la cual trataremos de contestar la inquietud y preguntas antes expuestas.
Barrera-Saldaña, H. & López-de-Alba, P. (2000). ¿"Estar o no estar" en el sistema nacional de investigadores, qué significa?. Acta Universitaria, 10 (1), pp. 43-46.