En el presente trabajo nos centraremos en el análisis de los textos de Historia, en tanto éstos constituyen el principal material que utilizamos los docentes. Sin embargo, no desechamos el uso en el aula de otras fuentes históricas, sino que sólo pretendemos realizar un recorte en nuestro objeto de estudio y con esto deseamos que no se nos acuse de sobrevalorar los documentos escritos, como hacían los positivistas. En este sentido, pensamos que los textos escritos, ya sea el libro de texto o fuentes de cualquier índole, siguen constituyendo un material insoslayable para el trabajo escolar.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Eiros, N. (1996). Los estudiantes y los textos históricos: una relación conflictiva. Clío & Asociados, (1), pp. 59-68.