A partir de 1908 el colectivo gallego de Cuba comenzará a organizar las romerías populares de su país de origen. La iniciativa no partió de las grandes sociedades regionales, sino de pequeñas sociedades de adscripción local. Desde entonces todos los domingos se celebraron romerías galaicas en los jardines de las grandes cervecerías habaneras, donde se consumían con melancólica complacencia empanadas y vino del Ribeiro, bajo el nostálgico quejido de las gaitas y los aires festivos de las muñeiras. En este comensalismo festivo se fueron revitalizando, e incluso inventando, las señas de identidad de los gallegos en el exilio caribeño.
Vidal, J. (2002). La reconstrucción de la identidad gallega en Cuba: procesiones, festivales y romerías regionales en La Habana (1804-1920). Anuario de Estudios Americanos, 59 (2), pp. 511-540.