Durante casi siglo y medio, los encomenderos de Venezuela usufructuaron el tributo en “servicio personal” como la principal forma de explotar el trabajo indígena. Al final del siglo XVII, circunstancias de orden político y legal si bien presionaban sobre el viejo sistema por necesarios cambios, nuevas condiciones fiscales pronto le imprimieron algunas reformas y, de hecho, lo llevaron a su desaparición cuando en 1687 se impuso la tributación en “dinero”. Con el establecimiento del nuevo régimen de tributación también se dieron las normas que regulaban la forma de pago y las tasas de acuerdo a su jurisdicción, así como el ajuste en la asignación de los estipendios de curas doctrineros que desde entonces dependieron del tributo indígena. Este sistema no sólo se extendió con rapidez hasta los pueblos más distantes de la gobernación, sino que además impulsó la oferta de una fuerza de trabajo que se contrató en condiciones más liberales.
Vivas, F. (2001). Tributación y reorganización del trabajo indígena en Venezuela (1687-1697). Anuario de Estudios Americanos, 58 (2), pp. 437-472.