Los informes de los navegantes helenos que viajaron al mando de Alejandro a Arabia e India dieron su primera forma a las frustradas esperanzas de una Edad de Oro, que se aleja ante la evidencia de la realidad. Pero permanece asociado a ella el tópico de la riqueza de la tierra que alimenta a los hombres, sin la intervención de la socialización. En 1504, La Arcadia de Sannazaro, que difundía una filosofía natural heredera del iusnaturalismo tomista, resucita a los dioses del panteón pagano. Arte y Literatura son campos privilegiados para acceder al conocimiento de los símbolos y mitos que presiden el desarrollo cultural. La función mitopoyética, además, revela el grado de deterioro humano y la reserva espiritual de una sociedad en crisis. La Historia del pueblo judío —éxodo y utopía— con sus tópicos, se actualiza en los destinos de los peregrinos que se ven obligados a abandonar su tierra. El pensamiento europeo asoció desde la conquista, el mito taíno de la isla de las mujeres sin hombres con la legendaria tierra de las amazonas, porque la secuencia que asociaba tierra virgen-mujer-peligro había quedado ya fijada en la imaginación literaria novelesca. La presencia de comunidades sustraídas al influjo civilizador de occidente, que poseían abundancia de metal precioso, provocó primero el entusiasmo y luego una gran decepción en la mentalidad del europeo, que para “hacer las Américas”, expolió e introdujo la barbarie de las armas, fundándose en una misión divina, para someter y explotar a los pueblos indígenas.
Souviron, B. (1996). Arcadia y Nuevo Mundo: un capítulo de la historia de Utopía. Anuario de Estudios Americanos, 53 (1), pp. 199-213.