En algunos autos sacramentales de Calderón el personaje del Demonio idea la trama y plantea la acción dramática, actuando como un demiurgo. Traza planes y estratagemas para confundir al Hombre, pero fracasará siempre. Esta función acerca las obras al campo del metateatro. Se sugieren al final ciertos paralelos con Shakespeare.
Hernando, I. & Iglesias, L. (2014). La figura del demonio y su función dramática en los autos sacramentales de Calderón. Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, 2 (1), pp. 7-22.