Este libro parte de la común creencia de que la importancia de las acciones colectivas lideradas por sin papeles, en todas las democracias liberales, no se mide por los mismos parámetros que otros movimientos sociales. De hecho, el colectivo de los sin papeles lucha para dejar de serlo. Mal comienzo para la consolidación de un movimiento social organizado. La fragilidad de los sin papeles como actores sociales es evidente: pobreza, inestabilidad laboral, angustia y miedo a la expulsión o a la represión policial, son sólo algunos de los males comunes a la población inmigrante sin documentación legal. Sin hablar de la fragmentación característica de un colectivo plurilingüe, donde se conjugan las más diversas orientaciones ideológicas y orígenes etnoculturales. Además, sabemos bien que los movimientos sociales sólo se institucionalizan si adquieren poder para desestabilizar al Estado y/o a sus oponentes, patronos o colonizadores entre otros. Mucha tinta se ha gastado en apuntar a las debilidades de las acciones reivindicativas de los sin papeles y sin duda es crucial aprender de las limitaciones organizativas para crear estrategias de lucha más efectivas. Pero no es éste el objetivo de nuestra reflexión en este libro.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Suárez-Navaz, L.; Macià, R. & Moren, A. (2007). Las luchas de los sin papeles y la extensión de la ciudadanía. Perspectivas críticas desde Europa y Estados Unidos. Madrid: Traficantes de Sueños.