Heredera del monasterio, la institución moderna es una forma social particular que podría haber sido distinta. Uno de los aspectos que la particulariza es la distancia que las instituciones mantienen entre sí y con el conjunto social. En este sentido, las instituciones muestran su sustrato monacal, pero aún más que en su relativo aislamiento, lo hacen en sus mecanismos de producción de subjetividad. Pues el sujeto de la institución es aquello que la institución forja como hábito, a la manera de una segunda naturaleza humana, tal como se observa en la propuesta monástica y tal como los griegos lo realizaban bajo otras formas. Estas tecnologías de subjetivación exponen el sustrato formativo, educativo, que en distinto grado guarda toda institución.
Varela, C. (2013). La institución como forma social creadora de subjetividad. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (75), pp. 165-171.