El Nuevo Cine Argentino supo representar en la pantalla ciertos cambios en la forma de hacer cine, como así también lo hizo en la forma en que son enunciadas transformaciones profundas de la sociedad argentina. Las desarticulaciones en las relaciones sociales producidas por el nuevo capitalismo tuvieron un impacto profundo en la manera de relacionar las esferas de lo público y lo privado. En este contexto, es pertinente postular que la erosión del sentido de lo público tuvo su correlato en el repliegue hacia la intimidad y sus identidades atomizadas, legitimadas y susceptibles de ser contadas. Consideramos que éste es un cine de lo ruinoso, de los vestigios de lo que quedó, porque posa su atención en armar relatos con los restos del proceso económico social de la década del noventa. En el análisis de La ciénaga, de Lucrecia Martel y Mundo grúa, de Pablo Trapero, encontramos dos formas diversas y complementarias de acceder al problema de la mutación de lo público y lo privado y al movimiento de sus límites, pero ambas películas, con sus diferentes modos, van a dar cuenta del desgarro del tejido social.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Montes, N. (2012). Lo público, lo privado y el Nuevo Cine Argentino. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (71), pp. 58-67