El presente artículo trata de desarrollar una reflexión acerca de la presencia creciente de realizadoras dentro del panorama del cine argentino actual con la cuestión de una temática controvertida acerca de la identidad sexual, como se presenta en el caso de la película XXY de Lucía Puenzo (2007), en la que un individuo hermafrodita se resiste finalmente a la operación que podría conducirlo a la estandarización genérica. Siguiendo algunas tesis de Gonzalo Aguilar (2006), quien indaga acerca del surgimiento inusitado de una nueva generación de cineastas rioplatenses, se trata de reflexionar aquí sobre qué parte le cabe a las mujeres en esta movida cultural. XXY se toma como ejemplo emblemático, por la agudeza con que se rastrean lo que Aguilar ha llamado “las huellas del presente”, refiriéndose a cambios en la sensibilidad actual que están ocurriendo bajo nuestros ojos, pero que se manifiestan como giros de una densidad nunca vista antes. El objetivo es analizar la película no solamente desde una perspectiva exclusiva de sus contenidos, sino de sus significados, considerando como tales el cúmulo de elementos que entran en la construcción de un film, sin olvidar el sonido y el uso de los encuadres. Se pone el acento en el uso que una corriente más cercana al documentalismo que a las vanguardias hace del así llamado “plano-secuencia”, prefiriendo la entrada y salida de los actores en el cuadro a partir de lo verosímil y en contra del uso del montaje, que caracterizó a un cine más conscientemente artístico durante las vanguardias.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Amícola, J. (2009). XXY como intervención pública hacia la transgeneridad. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (66), pp. 62-68