Es indudable que la producción periodística necesita contar de forma imprescindible con fuentes de información, del mismo modo en que muchas veces las propias fuentes requieren de los periodistas. Este hecho genera un doble juego en el que ambos protagonistas hacen valer un esquema de poder, donde tanto el valor como la veracidad de la información ocupan el centro de la escena. De allí que encontrar fuentes que sean accesibles, confiables, y que por lo tanto sirvan para la producción de un discurso informativo coherente, y leal a los hechos que se pretenden abordar y difundir, constituya uno de los desafíos elementales en el desempeño de la tarea periodística.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Mascioli, J. (2008). Fuentes que hicieron historia. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (60), pp. 26-28