A lo largo de dos nerviosos siglos de transformaciones sociales, el problema de la ciudad se impuso, sin dar tregua, a la conciencia de pensadores y artistas europeos. La respuesta de estos intelectuales sufrió infinitas variaciones, porque el cambio social provocó transformaciones de ideas y valores aún más proteicas que las transformaciones producidas en la sociedad misma. Nadie piensa acerca de la ciudad inmerso en un aislamiento hermético. Por el contrario, las imágenes se forman al atravesar una pantalla perceptiva que se origina en la cultura heredada y se transforma por el impacto de las experiencias personales. Por eso, la investigación de las ideas acerca de la ciudad producidas por intelectuales nos obliga a superar un marco estrecho para detenernos en múltiples conceptos y valores sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad y de la cultura. Es imposible, en un trabajo breve, situar en un contexto adecuado la idea de ciudad y sus cambios a partir del siglo XVIII. Sólo me propongo presentar aquí unas pocas posiciones, con la esperanza de que el esquema resultante sugiera otras líneas de investigación.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Schorske, C. (2006). La idea de la ciudad en el pensamiento europeo: de Voltaire a Spengler. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (49), pp. 24-37