El objetivo de este ensayo es reflexionar sobre el lugar del docente de lengua y literatura en contextos en los que se ve sobrecargado de responsabilidades de dudosa afinidad con la asignatura. Hablaré de un caso particular, del que fui protagonista, que resulta ilustrativo de este tipo de desafíos. Este tema se relaciona con la enseñanza de la lengua, y de la misma lengua como objeto de estudio transversal de distintas disciplinas, por lo que se atribuyen al docente en Letras compromisos que van más allá de su “materia”. Es decir, se le reclama al profesor de Letras que enseñe “expresión escrita y oral a los alumnos”, “comprensión de textos” de temas diversos (enmarcados en otras áreas que van desde la historia y la geografía, hasta la matemática y la biología) y otras temáticas “menos afines” que los profesores suman a regañadientes, pero allí están.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Bonino, S. (2012). Podemos hacerlo todo por usted... acerca de las peripecias de la enseñanza de la lengua en un instituto pre-universitario. El toldo de Astier, 3 (4), pp. 30-39