“Seis, catorce, treinta, cincuenta, ciento veinte, doscientos, treinta” escribió Víctor en su diminuta libreta verde con tapas de cuero curtido. El último número lo puso molesto. Hizo un chasquido con la lengua, viperino y angustiante, mientras se miraba los dedos largos, de uñas rasantes, siempre llenas de tierra. Aunque se cepillara constantemente era imposible sacarse la mugre del todo. Siempre había partículas ajenas a él en sus uñas. Era algo que venía con el trabajo.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Kozodi, M. (2015). Familia. Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Nación