Siguiendo una interpretación algo distinta inspirada en la lectura sui generis de E. Husserl, proponemos primero la tesis de que el «objetivismo fisicalista» de las ciencias naturales modernas constituye el verdadero paradigma de la filosofía moderna, de las ciencias humanas o sociales y de la misma filosofía contemporánea, en sus versiones analítica y continental. Enseguida indicamos en qué sentido tanto la convicción de que el progreso de las ciencias y (supuestamente) de la filosofía se debe a dicho «exilio del sujeto», así como la sospecha extendida en la filosofía contemporánea contra las «filosofías de la subjetividad», supuestamente por «solipsistas» e «incomunicables», pueden interpretarse como mitos surgidos en la modernidad y reactivados en nuestra era post-moderna. Examinamos luego la plausibilidad del ambicioso programa fundacional de la fenomenología trascendental husserliana, en su pretensión de ofrecer un fundamento racional unitario a la totalidad de la experiencia humana dotada de sentido (y eo ipso a todas las ciencias en general, indistintamente de si son exactas, empírico-deductivas o «del espíritu»). Finalmente y a modo de conclusión, discutimos algunas aporías o paradojas que surgen en torno a este discurso filosófico y que han sido objeto de mucha discusión contemporánea, señalando tentativamente que ninguna de ellas clausura definitivamente la viabilidad del proyecto fenomenológico.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
Rizo-Patrón, R. (1995). Ciencia, Progreso y Exilio del Sujeto. En torno a ciertos mitos modernos y post-modernos. Boletín del Instituto Riva-Agüero, (22), pp. 257-281.