En la producción pecuaria, la participación de los ejidos ha sido decisiva. Se estima que más de la mitad de las unidades ganaderas en el estado son de pequeños productores ejidales y que en ellas se controla casi la cuarta parte -22.2%- del hato total de Sonora. Otras fuentes indican que de un total de 23250 productores dedicados a la ganadería en Sonora, 60% pertenece al llamado sector social. Independientemente de las cifras, la relevancia de la ganadería ejidal no se puede entender sin considerarla ante todo como resultado de un proceso de más de medio siglo de esfuerzos de numerosos campesinos ejidatarios que aprovecharon ciertas condiciones históricas para insertarse en esta actividad, gracias a las tierras de agostadero recibidas como resultado del proceso de reforma agraria, y a que se empeñaron en destinar una fracción del fruto de su trabajo al aumento de los hatos ejidales.
Pérez López, E. & Cañez de la Fuente, G. (2003). Ganadería en el desierto: Estrategias de sobrevivencia entre los ejidatarios de la costa de Hermosillo, Sonora, México. América Latina en la Historia Económica, 10 (2), pp. 113-127.